Ahora Lennie debe aprender a apañárselas sola, si bien cuenta con algo de ayuda por parte de Abu y Big, la escasa familia que le queda, y de los dos chicos que se cruzan en su camino: Joe el irresistible y misterioso trompetista recién llegado de París, con quien comparte orquesta, y Toby, el que fuera novio de Bailey, cuya presencia la reconforta y a la vez la hace sentir culpable por perder la cabeza con quien no debería. Uno la
alegra y anima, el otro la consuela y tranquiliza, y entre los dos pueden hacer estallar su corazón.
Lennie tendrá que descubrirse y aceptarse partiendo de cero, como si de algún modo hubiera renacido desde la muerte de su querida e inolvidable hermana.
"-No volverás a hacerlo, ¿verdad? -pregunta."
"-Jamás -salto-. ¡Quiero estar contigo para siempre!
Él me mira con una sonrisa enorme.
-Estás más loca que yo."
"Extiendo la mano y le toco el brazo.
-No lo puedo evitar. Estoy enamorada"
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