Jace es ahora un sirviente del mal, vinculado a Sebastian por toda la
eternidad. Sólo un pequelo grupo de cazadores de sombras cree posible su
salvación. Para lograrla, deben desafiar al Cónclave, y deben actuar
sin Clary. Porque Clary está jugando a un juego muy peligroso por su
propia cuenta y riesgo. Si pierde, el precio que deberá pagar no
consiste en entregar su vida, sino también el alma de Jace.
Clary está dispuesta a hacer lo que sea por Jace, pero ¿puede seguir
confiando en él? ¿O lo ha perdido para siempre? ¿Es el precio a pagar
demasiado alto, incluso para el amor?
"Clary se apoyó en el respaldo del asiento.
—No puedes decir que no.
—¡Ese plan tiene que ver conmigo! ¡Puedo decir que no! ¡No!
—Simon...
El vampiro dio unas palmaditas en el asiento junto a él, como si hubiera alguien sentado.
—Déjame que te presente a mi buen amigo
—No puedes decir que no.
—¡Ese plan tiene que ver conmigo! ¡Puedo decir que no! ¡No!
—Simon...
El vampiro dio unas palmaditas en el asiento junto a él, como si hubiera alguien sentado.
—Déjame que te presente a mi buen amigo
—No.
—Quizá podríamos llegar a un compromiso —sugirió ella, mientras le daba un bocado a la tarta.
—No.
—SIMON.
—<<No>> es una palabra mágica —dijo él—. Funciona así. Tú dices: <<Simon, tengo un plan suicida y desquiciado. ¿Te gustaría ayudarme a ponerlo en práctica?>> y yo digo: <<Oh, no>>."
—Quizá podríamos llegar a un compromiso —sugirió ella, mientras le daba un bocado a la tarta.
—No.
—SIMON.
—<<No>> es una palabra mágica —dijo él—. Funciona así. Tú dices: <<Simon, tengo un plan suicida y desquiciado. ¿Te gustaría ayudarme a ponerlo en práctica?>> y yo digo: <<Oh, no>>."
No hay comentarios:
Publicar un comentario